lunes, 18 de enero de 2010

"Círculos de Tiza" de Jorge Berenguer Barrera


Amigos Lectores:

El género epistolar se ha usado mucho en la novela, ya sea como una carta dentro de la obra o como un conjunto de cartas dirigidas a una o varias personas.

Actualmente, este género comienza a resurgir gracias a Internet. Esta obra es un claro ejemplo de ello.

Lo más importante en este género es el porte, el estilo, que siempre habrá de presentarse del modo correcto para el público al que va dirigida la obra cuando es ficticia. Esto la diferencia de las obras epistolares en las que se usan las propias cartas de un autor.

Centrándonos en la obra percibimos compostura, tranquilidad y un tratamiento correcto del estilo. Tiene una apriencia débil pero su verdadero estílo es feurte. Ello es algo que no resulta con todo peligroso pues el estilo y la forma interactuan sin mostrar la arrogancia literaria de otras obras semejantes, y eso hace que el lector lo lea con benevolencia.

Es quizá su mestizaje epistolar lo que hace conquistar el éxito a esta obra. ASí como demuestra en las diferencias de nivel entre unas y otras cartas. Se percibe una diferencia de rango y de importancia de los interactuante ficticios. Es una diferencia que parece responder una justificación interior del propio autor. Un autor que sólo se detiene dignamente una vez que logra su meta, que hace interactuar su obra con el lector de forma debida. Es algo así como la situación de un sabio solitario que leal a sí mismo atraviesa un cmaino intrepidamente en pos de un visión clara que está más allá de su visión física.

Me gusta la obra por la cautela, casi vacilante, con la que arremete hacía el exterior, con decisión y seguridad, elementos que hacen posible su éxito cuando la obra llega a su termino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aquí puedes dejar lo que te parece cada uno de los comentarios.